Personal de Medio Ambiente municipal constató que en la fiesta electrónica que se desarrolló en un complejo a la altura del km 1238 de la Ruta 22 la música estaba más fuerte que lo permitido por norma.

Cintia Gómez, propietaria de un complejo de cabañas en frente de donde se realizó esta fiesta hasta las seis de la mañana, aseguró que ya el mes pasado habían realizado otra, por lo que su trabajo se vio perjudicado.

“Somos un lugar de paso para los turistas quienes nos eligen para descansar y seguir hacia la cordillera. En la primera fiesta tuvimos que devolverles la plata a nuestros visitantes porque se fueron totalmente molestos sin poder dormir”, explicó la comerciante.

Gómez indicó que realizó la denuncia en Comercio, en Medio Ambiente y ante el propio Peressini pero que nadie le asegura que se dejarán de realizar. El jefe comunal explicó que si bien este tipo de festejos genera trabajo, analizó la posibilidad de prohibir este tipo de fiestas en la ciudad. Pero también hay otra alternativa, como habilitarlas sólo en horario vespertino en la ciudad.

Fuente: LM Neuquén.