
El improvisado parador está ubicado 150 metros antes de llegar a la terminal desde la capital, y no cuenta con techo para resguardar a los usuarios del sol y de la lluvia.
Roberto Brito, uno de los comerciantes, comentó que al menos pretenden mantener su negocio y tratar de “subsistir” hasta que la Municipalidad concluya las reparaciones y puedan volver al edificio.
Remarcó que las ventas bajaron, ya que muchos vecinos prefieren directamente ir a tomar el colectivo a la terminal de Neuquén. La recarga de Ko-Ko se sigue brindando en este parador, no así la de Indalo, que sólo se hace en algunos kioscos habilitados o en Neuquén.
El intendente Andrés Peressini confirmó que se hizo una limpieza del lugar y aseguró que cambiarán los vidrios, colocarán juegos de plaza para los niños, mejorarán los baños y las dársenas. Además pintarán las instalaciones para dejar todo nuevo. También adelantó que compró un sensor electrónico para erradicar las palomas y que durante la semana lo probarán.
Con respecto a la reinstalación de los locales de ventas de pasajes y otros comercios, adelantó que a todos los comerciantes se les exigirán conexiones propias de luz y gas, habilitación comercial y se firmarán nuevos convenios para que paguen alquiler.
Fuente: LM Neuquén.
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