Cada uno de los productores afectados deberá llenar una declaración jurada que será entregada al Gobierno. Una vez analizadas las planillas y verificadas esas pérdidas, el gobierno de la provincia tomará las medidas para otorgar la ayuda correspondiente.

Las ráfagas de viento que sobrepasaron los 100 kilómetros por hora destrozaron galpones, volaron techos, arrancaron árboles de raíz y generaron múltiples trastornos a quienes viven de la producción de la tierra. Lo más grave fueron los incendios que se desataron en algunas zonas (algunos creen que fueron generados a propósito) y que terminaron por devastar chacras, campos y hasta pequeñas parcelas de quienes viven de la cría de animales o de un pequeño emprendimiento frutihortícola.

Con la información preliminar se pudo constatar que una de las zonas más afectadas es Centenario, con cuatro chacras con daños totales y cinco con afectación parcial, además de la pérdida de un galpón cuyo acopio de bines quedó destruido. En San Patricio del Chañar resultaron afectados cinco establecimientos. En Plottier se estima que el fuego alcanzó a unas 50 hectáreas, de las cuales el 10% se encuentra en producción. En Senillosa la superficie afectada es de unas 10 hectáreas, de las cuales tres se encuentran en producción.

Los chacareros deberán acercarse hasta el 28 de agosto a las organizaciones que integran para confeccionar las declaraciones juradas de daños. En caso de no pertenecer a una organización, podrán dirigirse a la Agencia de Producción de su localidad. Posteriormente a esa instancia se dará inicio a la etapa de verificación en terreno, a fin de poder cuantificar los daños y evaluar las medidas a seguir. Todavía no se especificó en qué consistirá la ayuda.