
Gracias al trabajo que está realizando el Centro de Antropología Forense, Cruz Roja Internacional y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, alrededor de 88 familiares pudieron cerrar una parte de sus historias al conocer que sus hijos, hermanos y/o padres se encontraban enterrados allí.
“Fue una sorpresa enorme, porque no creíamos que esté sepultado en el cementerio de Darwin. Además me entregaron pertenencias que eran de él”, contó Sergio en diálogo con LU5.
Sergio -oriundo de Punta Alta, pero hace 15 años que vive en la zona- contó que el viernes pasado fue citado junto a otros familiares en las instalaciones de la ex ESMA en Buenos Aires para comunicarles los resultados.
Allí, le confirmaron que los análisis habían salido compatibles en un 99,9%, revelando que el cuerpo de su hermano se encontraba enterrado en las Malvinas.
“El golpe emocional fue grandísimo, se cierra un capítulo, hoy nos queda una tranquilidad de que descansa en paz, que fue enterrado dignamente y recibió todo lo que un ser humano debe recibir”, expresó.
Además, contó que les entregaron un informe preciso donde incluso les detallaron hasta qué ropa tenía junto a pertenencias de Daniel. “Me dieron una cadena con una crucecita que llevaba colgada, su anillo de compromiso y un anillo de rosario que también tenía”, indicó.
Daniel Miguel tenía 24 años, estaba en la Fuerza Aérea y se había recibido como aviador naval dos años antes. Al momento de la Guerra, el joven aviador integró la 1° Cuadrilla de Caza y Ataque de Aviación Naval. “Cruzó a la islas en el mes del mayo, unos días antes del ataque”, manifestó Sergio.
El avión Aermacchi 339 4A-114 fue derribado en un ataque aérea entre Darwin y Pradera del Ganso y meses después “parte del ejercito inglés llevan los cuerpos al cementerio de Darwin”.
Sergio anticipó que el Gobierno hará gestiones para que los familiares puedan viajar a colocar la placa con los nombres en las tumbas, que hasta ahora dice “Soldado argentino sólo conocido por Dios”.
“Mi madre murió esperando que mi hermano volviera porque en su momento se lo dio como desaparecido, nunca hubo una confirmación de lo que pasó y hoy mi padre, que tiene 87 años, lo veo tan diferente, ahora nos invade la tranquilidad, porque son 35 años de duda y el recuerdo es permanente”, concluyó.
Fuente: LM Neuquén.
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