
"Un reconocimiento más que merecido, un honor para mi mas que grato sabiendo el trabajo incansable que realiza desde el año 1983. Desde mi lugar seguiré acompañando el crecimiento cultural de nuestra ciudad", destacó la concejala Alejandra Guala.
Trabajar 44 años en YPF llevó a Gómez a viajar por varias provincias del país y, de esta manera, conocer distintas realidades; muchas difíciles, por eso desde siempre quiso ayudar a mejorarlas. Así fue como el destino lo empujó a abrir la escuela albergue Posta Cristo Rey.
En 1951 llegó por primera vez a Neuquén. Ya de regreso en Buenos Aires, en la década del ”60, participaba de distintas parroquias desde donde conectaron con el obispado de Añatuya, un pueblito de Santiago del estero, para el que trabajó mucho enviando ropa, zapatos y abrigo.
A fines de 1981 volvió al Alto Valle y su idea original fue comprar una chacra para trabajar de manera directa con las comunidades mapuches. Con esa premisa llegó hasta la Colonia San Francisco en Plottier.
Tardaron tres años para construir el primer edificio, que con el tiempo se fue agrandando. Ya con la idea desestimada de convocar a las comunidades mapuches apareció la idea de abrir una escuela albergue, que recién pudo concretar en 1986.
El primer año congregó a 14 alumnos desertores de la Escuela 106. Pero como aún no estaban reconocidos, el Consejo Provincial de Educación le requirió que los alumnos fueran a rendir un examen a una escuela pública, situación engorrosa para los alumnos que tenían 16 años y estaban en cuarto grado.
A pesar de la infinidad de horas pasadas en Casa de Gobierno sin obtener respuestas, fue su aparición en un programa de televisión de Canal 7 la que generó que en cinco días el entonces gobernador Felipe Sapag firmara el decreto para que se reconociera la escuela albergue.
A partir de entonces, la escuela empezó a recibir a más chicos que llegaban de Plottier, Senillosa y Neuquén. La mayoría de los que se encuentran actualmente en el albergue están judicializados. Y aunque es “privada”, solo los que pueden pagan 20 pesos.
De a poco, Alberto Gómez fue dejando la posta a sus hijos, quienes hoy conducen la escuela albergue, y se sumergió en la escritura. Así llegó a publicar su primer libro, La telaraña, en 1997. Hoy cuenta con 29 libros ya editados.
Fuente y foto: LM Neuquén.
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